Roger Sullivan, presidente del Liberty Alliance Project que representa a unas 150 empresas relacionadas con la industria de la biometría, advirtió a los canadienses que estuvieran alertas ahora que Ottawa adoptó la biometría facial y de huellas digitales en sus fronteras.

Sullivan explica que, aunque la biometría puede ser muy útil para operaciones en áreas como las fronteras, las organizaciones necesitan tener cuidado con la seguridad de los datos almacenados y debe garantizársele a los ciudadanos que su información personal no sea compartida con terceras partes.

Por Editorial

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