La falsificación de bolsos, películas, discos y relojes son un problema. La venta de medicamentos con recetas falsificadas es un problema más grave.
En docenas de lugares en todo el mundo, muchos laboratorios están elaborando medicamentos utilizando azúcar o ceras, o peor aún, píldoras falsificadas que se ven exactamente como las verdaderas. Y a pesar de los esfuerzos del sector médico, esas píldoras inútiles y peligrosas alcanzan los mercados y a los consumidores.
Afortunadamente, el trabajo ha comenzado por el establecimiento de un sistema de alarma temprana para los productos falsificados, logrando así que nunca estén cerca de una persona que necesite el auténtico.