El sistema denominado Lifeprint se comenzó a utilizar en West Covina, EEUU, para tomar las huellas dactilares de los niños. De esta forma se busca dar ayuda a los padres para brindar más protección a sus hijos.
Los datos recolectados de los niños irán a una base de datos del FBI. Las autoridades del lugar explicaron que de esta forma aumentan las posibilidades de encontrar a un niño en caso que desaparezca, ya que el sistema ofrece además de la huella dactilar, una foto color y una muestra de ADN de cada niño.