El FBI de EEUU (Federal Bureau of Investigation) está planeando realizar un contrato millonario por diez años para ampliar la cantidad y la calidad de sus datos biométricos. La información biométrica con la que trabaja el FBI incluye huellas dactilares, de la palma de la mano, reconocimiento facial, de iris y corneas, marcas distintivas de las personas, y hasta comportamientos gestuales.
El proyecto denominado Next Generation Identification (NGI), está pensado para recolectar todo tipo de datos biométricos para luego almacenarlos en una localización para ser utilizados con propósitos de identificación y para la medicina forense. La base de datos con las informaciones biométrica podrá ser consultada por múltiples agencias de seguridad gubernamentales para la identificación de criminales y sospechosos.