Marks & Spencer, una importante tienda minorista del Reino Unido, normalmente tenía problemas relacionados con los niveles reales de stock de sus mercaderías. Esta situación llevaba a que, en ciertas oportunidades, no haya algunos productos disponibles para la venta.
Por tal motivo decidió implementar una solución de tecnología RFID. Como resultado del uso de la nueva tecnología aumentaron las ventas en los comercios y disminuyeron los pedidos de productos por encargo realizados por los clientes debido a la falta de stock en las tiendas.
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