RFID Journal publica un interesante artículo de opinión donde su autora, Elizabeth Wasserman, reflexiona de la importancia que adquirirán las emergentes economías asiáticas en la adopción de la RFID cuando los fabricantes europeos y norteamericanos, que tienen sus fábricas en aquellos países, decidan etiquetar sus productos desde el origen.
Pero China sigue sin definir claramente cuáles son sus intenciones con respecto a la tecnología RFID. Por un lado, en ocasiones ha amenazado con no plegarse a los estándares globales que pretenden imponerle EEUU y Europa y crear sus propios estándares, pero muchos creen que acabará aceptando los ya existentes para evitar que las compañías occidentales abandonen el país.