Las compañías utilizan las tarjetas de acceso RFID para algo más que para abrir puertas. A menudo no existen políticas internas acerca de su uso, con lo que conceptos como la privacidad se pueden ver claramente afectados. El siguiente artículo resume los puntos más significativos tratados al respecto en un estudio de la analista de mercado Rand Corporation.

Así, detalla cómo funcionan las tarjetas RFID de control de acceso, sus posibilidades más allá de abrir puertas, el problema de la falta de políticas al respecto y la no comunicación de las mismas a los empleados, así como las implicaciones que el uso de estas tarjetas puede tener.

Por Editorial

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