El Ayuntamiento de Estocolmo (Suecia) ha puesto en marcha un proyecto piloto de RFID implantado por IBM para limitar el tráfico de vehículos en su centro urbano por el que los conductores deben pagar un peaje para acceder a él. Con él ha conseguido, de momento, reducirlo en un 25%.
Esa disminución se ha traducido en un espectacular incremento del uso del transporte público, llegándose a los 40.000 usuarios más cada día. Y es que los que quieran utilizar el coche en los 24 kilómetros cuadrados de los que consta el centro de Estocolmo deberán colocar en su vehículo un dispositivo que los identifica al momento de entrar en él, aplicándoles instantáneamente, a través de internet, un cargo de peaje, cuyo precio varía según la hora del día.
El sistema también identifica las matrículas de los vehículos que no tienen ese dispositivo, obligándoles a realizar el pago oportuno en bancos o establecimientos autorizados. Este despliegue estará de prueba hasta el 17 de septiembre, día en el que se votará su instalación definitiva.
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