HP presentó oficialmente en Madrid su estrategia para el mercado RFID, donde invertirá 150 millones de dólares en I+D, creará un equipo de consultores especializados en todo el mundo y establecerá distintos Centros Expertos para el desarrollo e implantación de esta tecnología.
Para el desarrollo de esta tecnología, HP está invirtiendo más de 150 millones de dólares en I+D para analizar la implantación de la RFID en sus propios centros y trasladar la experiencia y resultados obtenidos a las grandes corporaciones. Además, Hewlett Packard ha creado un equipo de consultores especializado en todo el mundo, y establecido distintos Centros Expertos en Europa, Asia y Estados Unidos.
Esta tecnología va a suponer una revolución en las cadenas de suministro de múltiples sectores, y prueba de ello es que, según la consultora AMR, en el año 2008 va a mover más de 4.000 millones de dólares, y en 2015 la cifra subirá hasta los 25.000 millones de dólares.
En palabras de Alejandro Jiménez, Director de Desarrollo de Negocio Manufacturing & Distribution Industries, HP Iberia, “dentro de todo este contexto, HP se posiciona como un referente mundial, al ser la única empresa con visión de todas las dimensiones de RFID. Además, Hewlett Packard posee la tecnología de servidores, almacenamiento y software necesarias, y el haber implantado la tecnología RFID en 28 sites propios, le ha otorgado una experiencia y unos conocimientos que le permiten realizar la integración de sistemas en todas las plataformas y aplicaciones posibles”.
Algunos de los mayores proyectos de implantación de esta tecnología en empresas públicas y privadas de todo el mundo han sido llevados a cabo HP. Para la compañía, uno de los sectores en los que la RFID va a tener un mayor impacto es el de la distribución, donde un 20% de los alimentos no llegan al consumidor por distintos errores en la cadena de suministro. Por ejemplo, el 50% de los camiones que circulan por las carreteras están medio vacíos o devuelven al origen productos caducados o no vendidos, todo lo cual provoca que el 75% del coste de un producto sea llevarlo al punto de venta.
Un segundo beneficio es la mejora de la recepción de la información, al tener identificados los artículos en todo momento, incluyendo más puntos de control, identificando cuellos de botella y permitiendo adoptar medidas que optimicen la gestión en todos los procesos. Todo ello se traduce en un incremento de la precisión de los datos disponibles.
Todas estas ventajas suponen que la implantación de la RFID va a experimentar un gran crecimiento en los próximos años, que irá acompañada de la generación de una gran cantidad de datos. Este nuevo volumen de información deberá ser manejado en tiempo real por las empresas, para lo que deberán contar con una infraestructura de hardware y software robusta y de alto rendimiento.
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