En los noventa, los vendedores del llamado workflow crearon algo de confusión en el mercado cuando trataron de definir lo que era el workflow y cómo debía usarse. En la actualidad, esta situación se replica en la industria del BPM. Si se le pregunta a 10 diferentes proveedores que definan el BPM o las suites BPM, seguramente se obtendrán 10 variaciones de la definición. Las organizaciones necesitan aclarar esta confusión con el fin de descubrir por qué una BPM suite es una aplicación diferente y más importante para la mejora de los procesos.

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Por Editorial

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