¿Es el BPM el Santo Grial de la informática empresarial? se cuestiona John Tumminaro, jefe de tecnología de Chordiant Software, en este documento. Y en su opinión parece ser que sí, y lo más sorprendente es que su opinión no es una opinión aislada, sino compartida por una gran parte la industria informática.
BPM es «un tren» al que se quieren subir fabricantes de:
– servidores de aplicaciones
– soluciones EAI
– workflows basados en formularios
– workflows basados en documentos
– aplicaciones empaquetadas
– proveedores de BPMs puros
Sin embargo, a pesar de las cifras «mágicas» que siempre se manejan, basadas en mejoras de productividad, de tiempo, de flexibilidad…, las empresas se muestran reticentes y cautas a la hora de optar por las Suites de BPM: aún hace falta visibilizar esas mejoras y los procesos de negocio son tan críticos, que si fallan las consecuencias pueden ser nefastas.
El autor apuesta por que las compañías aprendan a distinguir entre los sistemas que son transaccionales y los que no lo son. El reto de los nuevos BPMs está en el primero de los casos.
Lo novedoso es la confluencia de estos diversos sistemas transaccionales y los BPMs. El quiz de la cuestión es comunicar las diversas transacciones e integrarlas en el proceso global, el autor cree que la gestión de transacciones de J2EE sirve bien para este propósito.
El beneficio teórico es muy atractivo: una nueva forma de optimizar y hacer más rentable las operaciones de una empresa; detectando, definiendo y monitorizando los procesos que intervienen. Y además una mejor convivencia entre los responsables de informática y los de operaciones, finanzas, administración.. vamos lo que tiene que ver en sí con el negocio.
Se está asistiendo a un cambio de paradigma, se deja atrás las aplicaciones monolíticas basadas en Gestores de Bases de Datos Relacionales a los BPMs, preferiblemente como parte de una Arquitectura basada en Servicios (SOA). Parece que estos hagan obsoletos a los «rigidos»
ERPs, pero es evidente que las inversiones en ERPs se van a proteger, así que los BPMs van a tener que hacerse su hueco y colaborar.
El autor adelanta que los BPMs serán rápidamente comoditizados y el valor estará en el conocimiento del negocio y sus procesos.