En cuanto al impacto del crecimiento de los contenidos de voz en la gestión documental, se puede decir que no hay duda de que existe una brecha tecnológica que ha contribuido al lento despliegue de la palabra en el ordenador con ayuda de las comunicaciones. Otra razón por la que el contenido de la voz no se considera a la par con el contenido escrito tiene que ver con los procesos de socialización.

Sin embargo, un par de los acontecimientos recientes dan motivos para pensar que la palabra hablada puede finalmente alcanzar el nivel de ser un tipo de contenido respetado, digno de ser almacenado, difundido y actualizado. Uno de estos desarrollos es la atención que, por ejemplo, Google y Apple están pagando a los contenidos de voz. Otra novedad es la compra de Microsoft de Skype.

Por Editorial

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