La Fuerza Administrativa de Drogas, cuyo objetivo es el combate al narcotráfico, ha recurrido al data mining para vigilar las llamadas telefónicas y correos electrónicos provenientes de Estados Unidos a Latinoamérica con el fin de detectar y capturar a posibles narcotraficantes. Este programa inició durante el mandato del presidente Clinton y se expandió con el gobierno de Bush, reveló un artículo del New York Times.
El problema es que, según versiones oficiales, el Gobierno no ha escuchado las comunicaciones, sino que ha usado las cuentas de correo y números telefónicos para analizar los vínculos entre los estadounidenses y sus relaciones con el extranjero. Ante tal panorama, distintos proveedores de telecomunicaciones se han mostrado reacios a cooperar, en tanto lo consideran un riesgo en su relación con el cliente y con la Ley. Este es sólo un ejemplo de cómo a través del data mining, las acciones de vigilancia y espionaje continúan por parte del Gobierno y la industria de las telecomunicaciones.