Según un estudio de la American Management Association, tan sólo un 6 por ciento de las organizaciones en los Estados Unidos guardan eficazmente los mensajes emitidos y recibidos a través de la mensajería instantánea y únicamente un 28 por ciento siquiera tienen establecida alguna política al respecto. Y estamos hablando de estadísticas norteamericanas, por lo que es fácilmente deducible que estos índices serán incluso menores en otros países.
Pero estos datos contrastan con la realidad de que la mensajería instantánea es cada vez más utilizada en los negocios y que, según un estudio de Kroll Ontrack, en los EE.UU. el número de casos legales en los que se utilizaron mensajes transmitidos por este medio de comunicación creció un 50 por ciento entre 2003 y 2004.
Este artículo analiza este creciente problema que sin duda cobrará cada vez mayor protagonismo. Se ofrecen también unas recomendaciones para empezar desde hoy a gestionar con mayor eficacia este tipo de mensajes que no dejan de ser contenidos empresariales.